La vicepresidenta de Filipinas, Sara Duterte, ha declarado que no renunciará antes de su juicio político en el Senado, programado para comenzar en junio. Duterte, hija del expresidente Rodrigo Duterte, hizo la declaración el viernes 7 de febrero de 2025, después de que la Cámara de Representantes aprobara el inicio del proceso de juicio político contra ella.
Duterte ha sido acusada de malversar 254 millones de pesos (aproximadamente 4,3 millones de dólares) de fondos confidenciales del Departamento de Educación, que dirigió hasta su renuncia en junio de 2024. También enfrenta acusaciones derivadas de declaraciones controvertidas que hizo en diciembre, cuando supuestamente amenazó con matar al presidente Ferdinand Marcos Jr. si ella misma fuera asesinada. Duterte ha negado estas acusaciones.
El juicio político comenzará después de las elecciones intermedias del 12 de mayo, donde se disputarán 12 escaños en el Senado y toda la Cámara de Representantes. Estas elecciones se consideran un referéndum sobre la administración del presidente Marcos Jr. y una prueba de la popularidad de la familia Duterte.
Si el juicio político tiene éxito, Duterte sería destituida de su cargo de vicepresidenta y se le prohibiría ocupar cargos públicos, lo que le impediría postularse para la presidencia en 2028.