El 3 de diciembre de 2024, funcionarios de la OTAN se reunieron en Bruselas para abordar los recientes incidentes de daños a la infraestructura crítica en los estados miembros, con sospechas de sabotaje vinculadas a Rusia y China.
El secretario general de la OTAN, Mark Rutte, anunció planes para mejorar la colaboración de inteligencia entre los países miembros en respuesta a estas amenazas. Rutte enfatizó que ambas naciones han intentado desestabilizar a los países de la OTAN a través de diversos medios, incluidos ciberataques y campañas de desinformación.
Las discusiones se producen a raíz de un incidente reciente que involucró un cable de datos dañado que conecta Suecia y Finlandia, descubierto cortado en dos lugares. Esta interrupción ha afectado a miles de clientes, levantando preocupaciones sobre un posible sabotaje.
Los funcionarios suecos han expresado sospechas sobre la naturaleza de los daños, mientras que las autoridades finlandesas continúan sus investigaciones sin evidencia definitiva de un delito. La situación se toma muy en serio, según la ministra de Transporte y Comunicaciones de Finlandia.
Incidentes previos que involucraron cables de datos submarinos en el mar Báltico también han suscitado alarmas, con investigaciones en curso para determinar si hubo sabotaje. El jefe de ciberseguridad del Reino Unido reiteró la amenaza que representan Rusia y China, calificándolos de estados hostiles que utilizan la tecnología para causar interrupciones.