Los hallazgos recientes del rover Curiosity de la NASA indican que los antiguos lagos en Marte no estaban cubiertos de hielo, desafiando las suposiciones previas sobre la historia climática del planeta. El estudio, publicado el 15 de enero de 2025 en Science Advances, revela evidencia de ondulaciones impulsadas por el viento en formaciones rocosas dentro del cráter Gale, que datan de aproximadamente 3.7 mil millones de años.
El equipo de investigación, compuesto por científicos de EE.UU., Reino Unido y Francia, analizó capas en las rocas marcianas, concluyendo que algunos lagos deben haber existido en un estado sin hielo. El rover Curiosity, operativo desde 2012, ha sido fundamental en la revelación de estas características geológicas.
Se descubrieron dos conjuntos distintos de ondulaciones: el primero en el afloramiento rocoso Prow, asociado a antiguas dunas de arena, y el segundo en la cercana Banda de Marcado Amapari. Las ondulaciones son pequeñas, miden alrededor de 6 milímetros de altura y están separadas entre 4 y 5 centímetros, lo que sugiere que los lagos eran poco profundos, de menos de 2 metros de profundidad.
La autora principal, Claire Mondro del Caltech, enfatizó que esta evidencia extiende la línea de tiempo para la presencia de agua líquida en Marte, insinuando el potencial para vida microbiana durante su historia. Los hallazgos sugieren que las condiciones en Marte eran lo suficientemente cálidas como para sostener agua líquida sin cobertura de hielo, proporcionando valiosos conocimientos sobre el paleoclima del planeta.
John Grotzinger, ex científico del proyecto para Curiosity, comentó sobre la importancia de este descubrimiento, afirmando que avanza la comprensión de la evolución climática de Marte. La confirmación de lagos antiguos sin hielo abre nuevas avenidas para la exploración e investigación sobre la capacidad del planeta para soportar vida.