Un robot solitario está explorando actualmente un cráter de meteorito en Marte, recolectando muestras de suelo con su taladro y brazo robótico. El rover Curiosity de la NASA ha estado activo en el planeta rojo durante casi 12 años, continuando con descubrimientos que desafían la comprensión de los científicos sobre Marte y la Tierra.
Recientemente, Curiosity identificó un material orgánico sedimentario con propiedades inusuales, dejando a los investigadores perplejos. Las características de estos materiales a base de carbono, en particular sus proporciones de isótopos de carbono, han sorprendido a los científicos. En la Tierra, tales propiedades indicarían generalmente la presencia de microorganismos, aunque también podrían ser el resultado de procesos químicos no biológicos.
Este hallazgo en Marte ha proporcionado una pieza clave en la comprensión del origen de la vida en el sistema solar. El coautor y profesor de química Matthew Johnson señaló que este descubrimiento respalda una teoría de hace una década sobre la fotólisis en la atmósfera marciana. La fotólisis se refiere al proceso mediante el cual los rayos UV del Sol suministran energía a las moléculas, permitiendo transformaciones químicas. Según la investigación, aproximadamente el 20% de las moléculas de dióxido de carbono en la atmósfera marciana se han descompuesto en oxígeno y monóxido de carbono.
“Tales moléculas complejas a base de carbono son esenciales para la vida, los bloques de construcción de la vida, podría decirse. Esto es un poco como el viejo debate sobre qué vino primero, el huevo o la gallina. Demostramos que el material orgánico encontrado en Marte se formó a través de reacciones fotoquímicas atmosféricas, es decir, sin que hubiera vida. Aún queda por demostrar si este material orgánico contribuyó al surgimiento de la vida en el planeta rojo”, declaró el profesor Johnson del Departamento de Química de la Universidad de Copenhague.
Además, dado que la Tierra, Marte y Venus tenían una vez atmósferas ricas en CO2 muy similares, las implicaciones de esta fotólisis podrían resultar importantes para nuestra comprensión de cómo comenzó la vida en la Tierra.