Investigadores de la Universidad de Columbia han desarrollado robots capaces de "crecer" y "auto-repararse" al integrar material de su entorno o de otras máquinas. Este proceso, denominado "metabolismo robótico", permite a los robots absorber y reutilizar partes de otros robots o de su entorno, representando un avance significativo hacia la autonomía y resiliencia de las máquinas.
El estudio se centra en los "Truss Links", módulos robóticos modulares que se autoensamblan para formar estructuras complejas. Estos robots pueden añadir nuevas piezas, incluso de otros robots, para mejorar sus capacidades. Por ejemplo, un robot con forma de tetraedro añadió una pieza para aumentar su velocidad de descenso en más del 66.5%.
El profesor Hod Lipson, coautor del estudio, destaca la importancia de este avance, señalando que la autonomía de los robots no solo debe incluir la capacidad de pensar por sí mismos, sino también la de mantenerse físicamente. La investigación sugiere que los robots podrían utilizar materiales de su entorno o de otros robots para crecer, adaptarse y repararse, imitando procesos biológicos.
Este desarrollo abre nuevas posibilidades para aplicaciones en áreas como la fabricación automatizada y la exploración espacial, donde la capacidad de los robots para auto-repararse y adaptarse a diferentes entornos es crucial.