Estudio genético revela diferencias entre comunidades medievales tempranas en Austria

Arqueólogos que examinaron más de 700 enterramientos en Austria han descubierto diferencias genéticas significativas entre las comunidades. A pesar de estas diferencias, los investigadores señalan una coexistencia pacífica durante seis generaciones.

Una reciente investigación arqueogenética analizó los restos de más de 700 individuos de la temprana Edad Media. Los hallazgos basados en enterramientos en Mödling y Leobersdorf, Austria, revelaron nuevos detalles sobre los orígenes y la dinámica cultural de la antigua población de la región.

El estudio identificó diferencias genéticas sorprendentes entre las dos comunidades. Los individuos en Leobersdorf exhibieron predominantemente marcadores genéticos de Asia Oriental, mientras que los residentes de Mödling tenían ascendencia europea.

A pesar de los orígenes diferentes, estos grupos coexistieron durante seis generaciones, intercambiando prácticas culturales y tradiciones funerarias. Esta investigación es parte del proyecto del Consejo Europeo de Investigación “HistoGenes”, que se centra en el período ávaro del siglo VIII d.C., cuando comunidades de estepa de Asia Oriental se establecieron en Europa Central y Oriental junto a la población local.

Durante décadas, los orígenes de las personas enterradas en estos lugares permanecieron como un misterio. ¿Eran descendientes directos de los conquistadores ávaros o una mezcla de población local y entrante? El análisis genético de más de 500 tumbas en Mödling y casi 150 en Leobersdorf proporcionó respuestas.

El estudio reveló diferencias genéticas claras que no podrían discernirse solo a partir de datos arqueológicos. La genetista Ke Wang declaró: “La diferencia genética entre estos grupos fue muy clara y consistente para la mayoría de las personas en estos sitios.”

Curiosamente, la integración cultural persistió a pesar de las diferencias genéticas. El historiador Walter Paul señaló que ambas comunidades adoptaron la identidad ávara, compartiendo estilos de vida y símbolos culturales similares.

Doris Pani-Kuchera, antropóloga, también enfatizó el carácter pacífico de esta época, afirmando: “No encontramos lesiones de combate en los esqueletos, y casi no hay signos de defectos.”

La investigación también descubrió conexiones familiares complejas. Los investigadores reconstruyeron linajes de seis generaciones, señalando que la mayoría de las personas tenían vínculos biológicos comunes, pero no se encontraron pruebas de endogamia.

La genetista Zuzana Hofmanova comentó: “La gran cantidad de conexiones genéticas nos permitió reconstruir linajes modernos de seis generaciones en cada sitio.”

Otro hallazgo clave fue el papel de las mujeres en estas comunidades. Las madres en Leobersdorf probablemente provenían de regiones de Asia Oriental, mientras que las madres en Mödling tenían raíces europeas. A pesar de estas diferencias, ambos grupos mantuvieron su identidad cultural, lo que indica un respeto mutuo y un estatus compartido.

Johannes Krause, director del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva, destacó la importancia del estudio, afirmando: “Los enterramientos de Mödling son de los más grandes jamás analizados genéticamente, y tales resultados tienen un gran potencial para futuras investigaciones en diversas disciplinas.”

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