Investigaciones recientes indican que el universo puede albergar significativamente más agujeros negros supermasivos de lo que se había estimado anteriormente, con un posible subregistro del 30 al 50 por ciento de estas entidades masivas.
Estos agujeros negros, que pueden tener masas de millones a miles de millones de veces la del Sol, a menudo permanecen ocultos tras el gas y el polvo galácticos que alimentan su crecimiento. Peter Boorman, investigador del Instituto de Tecnología de California, presentó estos hallazgos en la 245ª reunión de la Sociedad Astronómica Americana en Maryland.
Boorman señaló que la relación de tamaño de un agujero negro supermasivo con su galaxia anfitriona es comparable a un guisante en relación con la Tierra. A pesar de esta enorme diferencia de tamaño, estos agujeros negros pueden influir significativamente en sus galaxias anfitrionas, potencialmente obstaculizando la formación de estrellas mediante la expulsión de gas y polvo a través de jets astrofísicos a alta velocidad.
El fenómeno de la ocultación, donde los agujeros negros en alimentación están ocultos por el material circundante, complica su detección. Estudios anteriores estimaron que el 15 por ciento de estos agujeros negros podrían estar ocultos debido a este efecto.
Utilizando datos infrarrojos del Telescopio Nuclear Espectroscópico de Rayos X (NuSTAR) de la NASA como parte de la encuesta NuLANDS, los investigadores pudieron reunir evidencia de agujeros negros alimentándose de materia cercana. Estos datos revelaron que el gas circundante, calentado por los agujeros negros, emite luz infrarroja intensa, lo que los hace detectables a pesar de su oscuridad inherente.
Poshak Gandhi de la Universidad de Southampton enfatizó que muchos más agujeros negros probablemente están presentes, ocultos detrás de polvo y gas, lo que los hace invisibles para los telescopios convencionales. Las implicaciones de descubrir estos agujeros negros ocultos se extienden a una comprensión más profunda de la evolución de las galaxias y los mecanismos de crecimiento de los agujeros negros supermasivos.
Gandhi afirmó que la ausencia de agujeros negros podría llevar a galaxias más grandes, y Boorman comentó que si los humanos pudieran detectar rayos X, el cielo nocturno estaría lleno de agujeros negros supermasivos en alimentación visibles.