En respuesta a una prolongada sequía que afecta gran parte de Sudamérica, los gigantes tecnológicos Google y Amazon están revisando sus proyectos de centros de datos que requieren recursos hídricos significativos.
Los centros de datos, esenciales para almacenar grandes volúmenes de datos, consumen considerable energía y agua para refrigeración. La instalación propuesta de Google de 200 millones de dólares en Cerrillos, Chile, inicialmente iba a utilizar aproximadamente siete mil millones de litros de agua al año, equivalente al consumo anual de 80,000 residentes locales.
Debido a las condiciones de sequía persistentes, un tribunal ambiental ordenó a Google que modificara sus planes. La empresa ha presentado desde entonces un nuevo sistema de refrigeración que utiliza tecnología de aire, reduciendo drásticamente el consumo de agua.
De manera similar, el centro de datos de 850 millones de dólares de Google en Uruguay enfrentó un escrutinio sobre su uso proyectado de agua. Tras una grave sequía en 2023, la compañía optó por una solución de refrigeración menos intensiva en agua.
Google afirmó su compromiso con una estrategia consciente del clima que busca minimizar el impacto ambiental y utilizar los recursos naturales de manera más responsable. El gobierno chileno tiene como objetivo atraer inversiones sustanciales en centros de datos, con planes para aumentar su número de 22 a 50.