Lingüista española explica por qué las letras tienen esos nombres: 'La H es un misterio'

Editado por: Anna Klevak

El 22 de enero de 2025, en Madrid, la lingüista española Elena Herraiz discutió la evolución histórica de los nombres de las letras en el alfabeto español, enfatizando que estos nombres no son aleatorios, sino que tienen raíces en el latín.

Herraiz, experta en el programa de televisión 'Cifras y Letras' y divulgadora lingüística en redes sociales, elaboró sobre los orígenes de los nombres de letras actuales en un video reciente. Ella explicó que los nombres provienen del latín y seguían una regla simple: el nombre de cada letra debía representar su sonido.

Las vocales eran sencillas: A, E, I, O, U. Sin embargo, con las consonantes, se añadía una E, cuya posición variaba según el tipo de consonante. Para las consonantes oclusivas, donde se cierra la boca para pronunciar el sonido, la E se colocaba detrás, como en B (be), D (de) y T (te). En cambio, para las consonantes no oclusivas o nasales, la E se situaba delante, como en M (eme), N (ene) o F (efe).

Herraiz señaló que este patrón no era común en español, lo que llevó a la adición de una E al final para mayor claridad. La letra V (uve) sigue el mismo patrón de denominación, pero debido a que en español ambas letras se pronuncian de manera similar, se decidió utilizar la vocal U en su denominación para diferenciarla de la B (be), evitando así confusiones.

En muchos lugares, se han adoptado formas alternativas como 'B larga' y 'B corta' para distinguirlas de manera práctica en el habla cotidiana. El video también aborda el caso de letras como C (ce), K (ka) y Q (cu), que comparten sonidos similares.

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