Los ministros de Exteriores del G7, reunidos en Canadá, reafirmaron su apoyo inquebrantable a la integridad territorial de Ucrania y pidieron a Rusia que acepte un alto el fuego. A pesar de las recientes tensiones entre Estados Unidos y otras naciones del G7, particularmente en relación con el comercio y la guerra en Ucrania, los ministros llegaron a un consenso sobre temas clave.
La declaración conjunta enfatizó la necesidad de medidas de seguridad robustas para disuadir una mayor agresión contra Ucrania, haciéndose eco de los llamamientos de Kiev y sus aliados europeos. El G7 también discutió las posibles consecuencias para Rusia si no se acuerda un alto el fuego, incluidas más sanciones y límites máximos al precio del petróleo.
Los ministros abordaron otras preocupaciones globales, expresando su oposición a cualquier intento unilateral de alterar el statu quo en el Estrecho de Taiwán por la fuerza o la coerción. Con respecto a Gaza, pidieron la reanudación de la ayuda humanitaria y un alto el fuego permanente.