El 1 de octubre de 2024, la primera ministra italiana Giorgia Meloni convocó una cumbre de seguridad de alto nivel en el Palazzo Chigi en Roma. La reunión incluyó al ministro de Asuntos Exteriores Antonio Tajani, al ministro de Defensa Guido Crosetto, al subsecretario Alfredo Mantovano y a funcionarios de inteligencia. La agenda principal se centró en el posible retiro de las tropas italianas de la misión UNIFIL en el Líbano, una decisión que requeriría coordinación con las Naciones Unidas y otros países contribuyentes.
La cumbre fue provocada por la escalada de tensiones tras los ataques con misiles de Irán a Israel, lo que genera preocupaciones sobre la estabilidad regional. Los observadores señalan que podría haber una respuesta militar significativa de Israel, que podría dirigirse a las instalaciones petroleras iraníes. Las prioridades diplomáticas de Italia, especialmente dado que ocupa la presidencia del G7, enfatizan la necesidad de respuestas coordinadas entre EE. UU. e Israel.
En resumen, los resultados de esta reunión podrían tener implicaciones de gran alcance para el papel de Italia en el mantenimiento de la paz internacional y su respuesta a los conflictos en Oriente Medio.