El 3 de octubre de 2024, en Doha, Catar, el presidente iraní Masoud Pezeshkian y el ministro de Relaciones Exteriores saudí Faisal bin Farhan Al Saud celebraron una reunión significativa destinada a mejorar las relaciones bilaterales y abordar las crecientes tensiones regionales. Las discusiones se centraron en la necesidad de dejar a un lado las diferencias para fomentar la cooperación entre las dos naciones.
Pezeshkian expresó optimismo sobre el creciente impulso en las relaciones entre Irán y Arabia Saudí y enfatizó el compromiso de Irán de mejorar las interacciones en varios sectores. También abordó los recientes ataques con misiles iraníes contra Israel, afirmando que Irán no apoya la escalada de tensiones en Asia Occidental.
Al resaltar la difícil situación de los palestinos y los libaneses debido a los ataques israelíes, Pezeshkian hizo un llamado a una mayor unidad entre los países musulmanes para contrarrestar estas agresiones y evitar que el conflicto se propague a otros estados islámicos. Subrayó el papel fundamental de Arabia Saudí en la promoción del fin de los 'crímenes' de Israel a través de diálogos con naciones occidentales.
Por su parte, el ministro saudí Faisal bin Farhan Al Saud reafirmó la determinación de su país de desarrollar su relación con Irán, declarando: 'Buscamos cerrar para siempre la página de las diferencias entre nuestros dos países y trabajar hacia la solución de nuestros problemas como estados amigos y hermanos.' Reconoció la 'situación sensible y crítica' en Asia Occidental debido a las acciones israelíes en Gaza y Líbano, enfatizando la necesidad de esfuerzos colaborativos para abordar estos desafíos.
Esta reunión marca un paso crucial en los esfuerzos en curso para estabilizar las relaciones entre Irán y Arabia Saudí, con posibles implicaciones para la dinámica regional más amplia y las relaciones internacionales.