Las empresas británicas están cada vez más preocupadas por las perspectivas económicas, según una reciente encuesta de la British Chambers of Commerce (BCC) que revela que el 48 % de las 5,152 empresas encuestadas entre el 19 de agosto y el 16 de septiembre citan la fiscalidad como su principal preocupación antes del próximo presupuesto de otoño. Esto marca un aumento significativo respecto al 36 % en la encuesta anterior, reflejando una ansiedad creciente sobre las políticas fiscales del gobierno laborista y el conflicto en curso en Oriente Medio.
La ministra de Finanzas, Rachel Reeves, está programada para presentar su primera declaración fiscal y de gastos el 30 de octubre, con indicios de que algunos impuestos podrían aumentar. David Bharier, jefe de investigación de la BCC, señaló que la escalada del conflicto en Oriente Medio también está contribuyendo al sentimiento negativo entre las empresas.
En agosto, la deuda pública británica alcanzó el 100 % de la producción económica, un nivel no visto desde principios de la década de 1960. A pesar de una ligera disminución de las preocupaciones sobre las tasas de interés y la inflación, muchas pequeñas y medianas empresas siguen siendo reacias a invertir, con solo el 21 % informando de un aumento en la inversión.
La encuesta de la BCC indica que solo el 56 % de las empresas espera que la facturación aumente en el próximo año, frente al 58 % en el trimestre anterior, lo que destaca una perspectiva cautelosa para el crecimiento económico.
A medida que el Banco de Inglaterra se prepara para reducir potencialmente los costos de endeudamiento en noviembre, el enfoque sigue siendo cómo el gobierno navegará sus políticas fiscales ante estos desafíos.