El huracán Helene deja a Carolina del Norte occidental en crisis mientras aumenta la escasez de agua potable

ASHEVILLE, Carolina del Norte (AP) -- Tras el huracán Helene, que azotó el oeste de Carolina del Norte, la región enfrenta una grave crisis de agua potable. A partir del 4 de octubre de 2024, las inundaciones han devastado la infraestructura local de agua, dejando a aproximadamente 136,000 residentes sin acceso a agua potable segura y a más de 1.8 millones bajo advertencias de hervir el agua.

La tormenta resultó en más de 200 muertes, convirtiéndola en el huracán más mortal que ha golpeado el continente de EE. UU. desde el huracán Katrina en 2005. Las operaciones de búsqueda y rescate continúan, ya que cientos de personas siguen desaparecidas entre los escombros.

Las inundaciones han dañado gravemente el sistema de agua de Asheville, y los funcionarios indican que las reparaciones podrían tardar semanas. El impacto de la tormenta también ha dificultado que las escuelas, hospitales y empresas reanuden sus operaciones normales, exacerbando la emergencia de salud pública.

Funcionarios federales han movilizado recursos, incluyendo millones de galones de agua, para ayudar a las áreas afectadas. Sin embargo, los desafíos de la geografía de la región complican los esfuerzos de recuperación, ya que muchas carreteras son intransitables.

Los expertos advierten que la falta continua de agua potable representa riesgos significativos para la salud y enfatizan la necesidad de mejoras urgentes en la infraestructura para soportar eventos climáticos extremos, que se espera que aumenten debido al cambio climático.

Mientras la comunidad lidia con esta crisis, el enfoque sigue siendo la restauración de servicios esenciales y la garantía de la seguridad y el bienestar de la población afectada.

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