La crisis global de obesidad infantil se intensifica

Desde 1990, la obesidad infantil ha aumentado significativamente en todos los continentes, casi duplicándose en prevalencia. Aunque Estados Unidos tiene actualmente las tasas más altas, muchas otras naciones no están muy lejos. Por ejemplo, en los países del sur de Europa como Grecia, Italia y España, entre el 10 y el 15 por ciento de los niños son obesos. Los países de Europa del Este también están experimentando un rápido aumento en las tasas de obesidad.

A nivel global, Asia tiene casi la mitad de todos los niños con sobrepeso menores de cinco años, mientras que África tiene un cuarto de esos niños. En América Latina, casi el 20 % de los niños menores de 20 años tienen sobrepeso. Esta epidemia de obesidad conduce a diversos problemas de salud, incluyendo hipertensión infantil y diabetes tipo 2.

Recientemente, un equipo de científicos dirigido por la Universidad de Florida Atlantic (FAU) discutió estos desafíos en un comentario publicado en el Journal de Salud Materna e Infantil. El autor principal del estudio, Charles H. Hennekens, señaló que el sobrepeso y la obesidad pediátrica han alcanzado niveles epidémicos en EE. UU. y se están convirtiendo en una pandemia global.

Hennekens enfatizó la necesidad de esfuerzos clínicos y de salud pública coordinados para abordar estas tendencias preocupantes. En EE. UU., un niño en edad preescolar se considera con sobrepeso si su índice de masa corporal (IMC) supera el percentil 85. Investigaciones anteriores indican que estos niños tienen un mayor riesgo de estar con sobrepeso en la adolescencia.

Los expertos advierten que aumentar la actividad física entre los niños es necesario, pero no suficiente para combatir el aumento de las tasas de obesidad. Los factores que contribuyen incluyen el aumento del consumo de alimentos ultra procesados, que constituyen casi el 70 por ciento de la dieta promedio de los niños en EE. UU.

Los científicos abogan por un enfoque multidimensional para abordar la epidemia de obesidad pediátrica. La Academia Americana de Pediatría ha respaldado las directrices de la Organización Mundial de la Salud y ha publicado recomendaciones para gestionar esta crisis de salud pública. Estas incluyen abordar los determinantes sociales de la salud y promover opciones alimentarias más saludables en las escuelas.

En última instancia, los autores del estudio abogan por una colaboración interdisciplinaria para revertir estas tendencias preocupantes y asegurar un futuro más saludable para los niños en todo el mundo.

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