Crisis en Goma: Rebeldes M23 toman el control en medio de una catástrofe humanitaria

Editado por: Ирина iryna_blgka blgka

El 28 de enero de 2025, Goma, la capital de Kivu del Norte en la República Democrática del Congo, presenció una escalada significativa de la violencia cuando los rebeldes M23 respaldados por Ruanda anunciaron su control sobre la ciudad. Este desarrollo agrava una situación humanitaria ya crítica, con hospitales desbordados por las víctimas de los enfrentamientos en curso.

Los informes indican que al menos 17 civiles han muerto, con cientos de heridos mientras los combates continúan. La afluencia de heridos ha puesto a prueba las instalaciones médicas, que luchan con la escasez de recursos, incluyendo agua y electricidad. Organizaciones de ayuda, incluyendo la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Comité Internacional de la Cruz Roja, han informado sobre condiciones alarmantes, con hospitales admitiendo a cientos de pacientes con heridas de bala y otros traumas.

Jens Laerke, portavoz de la oficina humanitaria de la ONU, describió la situación como extremadamente preocupante, destacando la presencia de cadáveres en las calles y el fuego de armas pequeñas en curso. La Cruz Roja informó que uno de sus hospitales recibió más de 100 pacientes en 24 horas, con muchos esperando en los pasillos debido a la falta de camas.

Goma, que ya alberga a 600,000 personas desplazadas, ha visto llegar a 400,000 más desde principios de 2025, lo que eleva la población estimada a alrededor de 3 millones, de los cuales la mitad son niños, según Save the Children. La ONU estima que hay 6.5 millones de personas desplazadas en el país, con casi 3 millones en Kivu del Norte.

La situación se complica aún más por el acceso bloqueado a la ciudad, que hace que el aeropuerto sea inutilizable para evacuaciones o ayuda humanitaria. La ONU ha condenado los ataques a instalaciones médicas, incluida una clínica de maternidad en Goma.

En respuesta a la crisis, el presidente ruandés Paul Kagame se reunirá con el presidente congoleño Félix Tshisekedi en una sesión de emergencia mediada por Kenia, con el objetivo de poner fin a la violencia. El gobierno congoleño ha calificado los ataques como una declaración de guerra por parte de Ruanda, que niega apoyar a los rebeldes M23 a pesar de los informes de la ONU sobre soldados rwandeses luchando junto a ellos.

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