La Casa Blanca ha suspendido temporalmente la revisión de todas las solicitudes de inmigración de ciudadanos de Ucrania y países latinoamericanos a quienes previamente se les había negado la entrada bajo programas de la administración de Joe Biden.
Washington ha suspendido la revisión de todas las solicitudes de inmigración de ciudadanos de Ucrania y países latinoamericanos a quienes previamente se les había negado la entrada bajo programas del expresidente estadounidense Joe Biden. Así lo informó el miércoles 19 de febrero el canal de televisión estadounidense CBS News, citando a dos funcionarios de la Casa Blanca y un texto de una "nota de servicio para uso interno".
"Según la directiva, la congelación de las solicitudes estará vigente indefinidamente mientras los funcionarios del gobierno trabajan para identificar posibles casos de fraude y mejorar el proceso de verificación para reducir los riesgos para la seguridad nacional y pública", escribe CBS News, señalando que esta medida "amenaza con sembrar incertidumbre entre muchos inmigrantes que están en proceso de solicitar diversos beneficios de inmigración que les permitirían permanecer en los Estados Unidos legalmente, y en algunos casos, para siempre".
La nota de servicio acusa abiertamente a la administración de Biden de "utilizar la libertad condicional condicional a una escala sin precedentes para inducir a los inmigrantes a inscribirse en canales legales de migración en lugar de cruzar la frontera sur ilegalmente". Los preparativos para tal directiva se anunciaron el 25 de enero, cinco días después de que Donald Trump asumiera el cargo de presidente.
La decisión afecta, en particular, al programa Uniting for Ukraine, bajo el cual, según CBS News, unos 240.000 ciudadanos de Ucrania han entrado en Estados Unidos desde el inicio de la guerra rusa a gran escala, con patrocinadores financieros en Estados Unidos.
Otros programas del anterior gobierno demócrata afectan a residentes de Venezuela, Haití, Nicaragua y Cuba, que tienen patrocinadores en Estados Unidos, así como a nativos de países centroamericanos, Colombia, Ecuador, Haití y Cuba, que tienen familiares en el país. Según uno de estos programas, 530.000 personas han podido entrar en Estados Unidos, según la nota.
Aquellos que lograron ingresar a los Estados Unidos bajo estos programas recibieron solo un permiso temporal para trabajar y protección contra la deportación, que generalmente dura dos años, dicen abogados estadounidenses. Según la directiva adoptada el 19 de febrero, los funcionarios ya no pueden procesar las solicitudes para extender su estadía bajo estos programas si fueron presentadas por personas que llegaron a los Estados Unidos "dentro del marco de la política de la administración de Biden".
Donald Trump firmó varios decretos antiinmigración el 20 de enero, incluido un requisito para que el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) priorice una serie de programas que prohíben la entrada y la estadía temporal de extranjeros en los Estados Unidos.
Entre otros decretos antiinmigración se encuentran la introducción de un estado de emergencia en la frontera con México, facilitando la deportación masiva, así como la terminación de la aplicación móvil CBP One, con la que era posible registrarse para solicitar asilo. Todas las entradas a través de CBP One están actualmente canceladas.