El 26 de enero de 2025, la región de Catatumbo en Colombia fue testigo de una grave violencia mientras el Ejército de Liberación Nacional (ELN) chocaba con facciones disidentes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), marcando una escalada significativa en las hostilidades.
El presidente colombiano Gustavo Petro propuso un esfuerzo conjunto con Venezuela para enfrentar al ELN, tras una masacre que dejó más de 80 muertos y desplazó a aproximadamente 38,000 personas. Esta violencia ha levantado alarmas sobre la crisis humanitaria en la zona.
En una declaración, el ministro de Defensa de Venezuela, Vladimir Padrino, expresó la disposición de su país para mejorar la comunicación y cooperación con Colombia para abordar la situación. Negó las acusaciones de que Venezuela sirva como refugio para grupos armados, lo que las agencias de inteligencia colombianas han sospechado durante años.
El ejército colombiano ha iniciado operaciones ofensivas para recuperar el control de la región de Catatumbo, donde el ELN ha estado atacando a civiles y a exmiembros de las FARC. Informes recientes indican que el ELN intentó detonar explosivos contra un vehículo militar en las cercanías de Cúcuta, aunque no se reportaron muertes.
La situación ha tensado las relaciones entre Colombia y Venezuela, especialmente tras la controvertida elección presidencial de 2024 en Venezuela. El presidente Petro se ha referido a Nicolás Maduro como “la persona que ejerce la presidencia” de Venezuela, lo que indica una ruptura diplomática significativa.
En una reciente rueda de prensa, el comandante del ejército colombiano, el general Luis Cardozo, informó que 104 disidentes de las FARC se han entregado al ejército en medio de la ofensiva del ELN, con un importante arsenal de armas y explosivos confiscados. El ELN busca eliminar a los disidentes de las FARC, quienes han pasado de ser aliados a adversarios.
La violencia creciente en Catatumbo subraya los desafíos continuos que enfrenta Colombia para abordar los conflictos armados y las crisis humanitarias exacerbadas por las dinámicas transfronterizas con Venezuela.