En respuesta al aumento de ataques yihadistas, Níger, Burkina Faso y Malí han anunciado planes para establecer una fuerza militar unificada de 5,000 tropas en las próximas semanas. Esta iniciativa forma parte de su cooperación militar continua, tras una serie de golpes de estado que llevaron a regímenes militares en estos países sahelianos entre 2020 y 2023.
El Ministro de Defensa de Níger, Salifou Mody, confirmó la decisión el martes, afirmando que las tres naciones, parte de la Alianza de Estados del Sahel (AES), están comprometidas a fortalecer su colaboración militar.
Seidik Abba, periodista e investigador sobre el Sahel, comentó que la formación de esta fuerza conjunta significa un compromiso más profundo hacia una arquitectura de defensa y seguridad colectiva, como se establece en la carta de Liptako-Gourma que creó la AES.
Sin embargo, los detalles sobre la implementación y el financiamiento de esta fuerza siguen siendo inciertos. El analista Ahmed Dieme sugirió que los países de la AES podrían depender de la asistencia financiera de naciones amigas, pero no necesariamente de Rusia, que actualmente enfrenta dificultades financieras.
Las naciones de la AES ya están llevando a cabo operaciones conjuntas contra los yihadistas, particularmente en la zona conocida como las tres fronteras, donde los ataques son frecuentes. A pesar del vasto territorio de 2.8 millones de kilómetros cuadrados que cubren estos países—cinco veces el tamaño de Francia—el número de tropas planeado puede parecer insuficiente. Abba señaló que la fuerza propuesta es similar a la del G5 Sahel, que también enfrentó desafíos para asegurar la financiación necesaria.
El anuncio se produce justo una semana antes de que estas tres naciones se retiren oficialmente de la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO), una organización que consideran ineficaz para abordar sus desafíos de seguridad.