Los estados del Sahel, Mali, Burkina Faso y Níger, han anunciado oficialmente su retirada de la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (ECOWAS), efectiva a partir del 29 de enero de 2025. Esta decisión sigue a un año de tensiones crecientes y descontento con el bloque, que ha sido criticado por su supuesta alineación con la antigua potencia colonial, Francia.
Los tres países están actualmente gobernados por juntas militares que llegaron al poder a través de golpes de estado en los últimos años. En septiembre, formaron su propia alianza de seguridad llamada la Alianza de Estados del Sahel, lo que indica un cambio en las dinámicas regionales.
La ECOWAS ha reconocido la retirada, que afecta a aproximadamente 73 millones de personas y reduce el área geográfica del bloque en más de la mitad. A pesar de este cambio significativo, la ECOWAS ha expresado su deseo de mantener abiertas sus puertas, permitiendo a los tres países conservar ciertos privilegios de membresía, como la libre circulación en la región.
La salida de Mali, Burkina Faso y Níger ha suscitado preocupaciones entre los africanos occidentales sobre la eficacia del bloque para representar sus intereses y aprovechar los abundantes recursos naturales de la región. Aunque la producción económica de la ECOWAS solo debería disminuir en un 8 %, estos países se encuentran entre los menos desarrollados del mundo, y sus recursos son en gran parte explotados por empresas extranjeras.
Además de los desafíos políticos, las tres naciones enfrentan amenazas de grupos terroristas islamistas, lo que complica aún más el panorama de seguridad en la región.