El gobierno de transición sirio no ha logrado llegar a un acuerdo con las facciones kurdas, lo que prolonga los enfrentamientos en la región norte del país. El 19 de enero de 2025, al menos seis personas murieron y otras cinco resultaron heridas en nuevos combates en el noreste de Siria entre facciones respaldadas por Turquía y las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.
Esta nueva ola de violencia ha elevado el número total de muertes a aproximadamente 430 desde el inicio de las hostilidades el 12 de diciembre de 2024, por el control de la estratégica presa de Tishrin y otras áreas en manos de milicias kurdas. Los enfrentamientos se han concentrado cerca de las aldeas de Al Qashla, Sirtil y Jerbat Al Zamala, cerca de la presa de Tishrin, que es vital para el suministro de electricidad de la región, incluyendo partes de la ciudad de Alepo.
La región noreste de Siria ha sido escenario de intensos combates entre las FDS y el Ejército Nacional Sirio (SNA) respaldado por Turquía desde el derrocamiento del régimen del presidente Bashar al-Assad el 8 de diciembre de 2024, que involucró a milicias pro-turcas. Además, el nuevo ministro de Defensa sirio, Murhaf Abu Qasra, rechazó la propuesta kurda de mantener un bloque militar separado, afirmando que el comandante de las FDS, Mazloum Abdi, estaba retrasando las negociaciones.
Abu Qasra enfatizó que, aunque las FDS expresaron su disposición a integrarse en el Ministerio de Defensa, insistieron en permanecer como un bloque militar sin disolverse. Afirmó que la integración debería realizarse dentro de una estructura de mando unificada, lo que representa un desafío dado los puntos de vista divergentes de Estados Unidos y Turquía sobre el papel de las FDS en la región.