Desde el 1 de enero de 2025, Bulgaria y Rumanía se han convertido oficialmente en miembros plenos de la zona Schengen, lo que ha resultado en la cancelación de los controles fronterizos internos con otros países de Schengen. Esta decisión fue aprobada por los ministros del Interior de la UE hace casi tres semanas, tras la eliminación del veto de Austria.
Los viajeros y conductores de camiones que ingresan a Bulgaria y Rumanía desde Hungría o Grecia ya no estarán obligados a someterse a controles obligatorios. En particular, no será necesario presentar documentos en seis puntos de cruce oficiales a lo largo de la frontera entre Bulgaria y Grecia. Además, solo se llevarán a cabo controles selectivos no anunciados en un tramo de 30 kilómetros de la frontera rumana.
En marzo, ambos países ya habían eliminado los controles en aeropuertos y puertos marítimos para quienes llegaban de otros estados miembros. Con la inclusión de Bulgaria y Rumanía, la zona Schengen ahora comprende 29 países, incluidos 25 de los 27 estados miembros de la UE, así como Suiza, Noruega, Islandia y Liechtenstein.
Bucarest y Sofía se unieron a la UE en 2007. Antes de su plena membresía en la zona Schengen, Bulgaria perdía 834 millones de euros anuales, mientras que las pérdidas de Rumanía ascendían a 2,32 mil millones de euros, según el Comité Económico y Social Europeo (CESE). Además, las empresas de transporte rumano sufrían pérdidas adicionales de 90 millones de euros al año debido a retrasos en las fronteras.
El Ministro del Interior de Austria, Gerhard Karner, atribuyó el cambio de posición de Austria a una reducción significativa de los cruces ilegales de fronteras. En los últimos meses, varios países de Schengen, incluidos Alemania y los Países Bajos, han restablecido controles fronterizos en respuesta al aumento de la migración ilegal.