El 27 de noviembre de 2024, en Eagle Pass, Texas, Tom Homan, el zar fronterizo del presidente electo Donald Trump, enfatizó el compromiso de la administración de hacer cumplir las leyes de inmigración, especialmente dirigidas a las ciudades santuario que obstruyen los esfuerzos de deportación federal. Homan declaró que se implementaría una iniciativa de deportación masiva en respuesta a lo que él calificó como una crisis de inmigración ilegal en la frontera sur.
Homan advirtió a los líderes locales que no interfirieran con las operaciones de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), afirmando que albergar a inmigrantes ilegales es un delito. Sus comentarios se producen mientras algunos líderes de ciudades, incluido el alcalde de Denver, Mike Johnston, han prometido proteger a los migrantes de los esfuerzos de deportación, comparando su postura con las históricas protestas de Tiananmen.
Johnston indicó que los residentes locales se movilizarían para apoyar a los migrantes, afirmando: “No quieres meterte con ellos.” Homan sugirió que si las ciudades santuario no cumplen, la administración podría recurrir a acciones legales y retirar fondos federales, además de desplegar a más agentes de ICE en estas áreas.
Las estadísticas revelan que de los aproximadamente 7,8 millones de inmigrantes indocumentados en EE. UU., aproximadamente 662,586 tienen antecedentes criminales. El jefe de ICE en la ciudad de Nueva York señaló el extenso desafío de deportar a los criminales migrantes de la ciudad, indicando que llevaría un período de tiempo prolongado abordar el problema.