El 2 de noviembre de 2024, Fitch Ratings mejoró la calificación crediticia de Egipto por primera vez desde 2019, ascendiendo de B- a B con una perspectiva estable. Esta decisión sigue a un rescate global de 57 mil millones de dólares que ha ayudado a la nación norteafricana a recuperarse de una crisis económica de dos años. Fitch citó varios factores para la mejora, incluidos la reducción de riesgos externos, ajustes en las políticas, el fortalecimiento de reservas externas, nuevos flujos de capital y un tipo de cambio más flexible.
En un anuncio separado el mismo día, S&P Global Ratings mejoró la calificación soberana a largo plazo de Turquía de B a BB-. Esta es la segunda mejora para Turquía este año, atribuida a la acumulación de reservas y una tendencia hacia la desinflación. A pesar de este cambio positivo, la calificación de Turquía sigue estando tres niveles por debajo de la calificación de inversión.