TÚNEZ, 6 de octubre - Las urnas se abrieron el domingo en Túnez para las elecciones presidenciales, donde el presidente Kais Saied se enfrenta a dos rivales en un ambiente político cargado, marcado por desafíos económicos significativos y una reducción de los derechos democráticos.
Túnez, que alguna vez fue considerado un faro de democracia tras la Primavera Árabe, ha visto un retroceso bajo Saied, quien ha concentrado el poder desde su elección en 2019. Disolvió el parlamento y reescribió la constitución, volviendo a prácticas autoritarias.
Los principales opositores de Saied incluyen a Zouhair Maghzaoui, un antiguo aliado que se ha convertido en crítico, y Ayachi Zammel, quien ganó notoriedad mientras estaba encarcelado por presunta fraude electoral. La comisión electoral, designada por Saied, ha excluido a muchas figuras de la oposición, lo que genera preocupaciones sobre la legitimidad de la elección.
A pesar de la elección, Saied enfrenta una situación económica desastrosa caracterizada por la escasez de bienes esenciales, alta inflación y desempleo. Su renuencia a implementar medidas de austeridad impopulares ha obstaculizado las negociaciones para un préstamo del Fondo Monetario Internacional (FMI), mientras que el país depende de la recuperación del turismo y del apoyo de la Unión Europea para gestionar su crisis económica.
El resultado de estas elecciones podría tener implicaciones significativas para el panorama político de Túnez y su futuro democrático.
Fuente: Reuters, 6 de octubre de 2024.