Un estudio reciente del Reino Unido ha revelado que jóvenes adultos sanos deliberadamente infectados con el coronavirus mostraron cambios cognitivos medibles, a pesar de no notar efectos en sí mismos. La investigación, publicada el 23 de septiembre de 2024 en la revista eClinicalMedicine, indica una pequeña pero persistente reducción en la memoria y la función ejecutiva entre los infectados.
Este hallazgo se suma a la creciente evidencia que sugiere que el COVID-19 puede causar deterioros cognitivos en la población en general, lo que plantea preocupaciones sobre los impactos neurológicos a largo plazo del virus.
Las implicaciones de este estudio son significativas, ya que destacan la necesidad de continuar investigando los efectos cognitivos del COVID-19, especialmente mientras el mundo navega por los desafíos continuos que plantea la pandemia.