Brasil está experimentando una grave crisis de contaminación del aire como resultado directo de incendios forestales récord en la Amazonía y otras regiones. A partir del 19 de septiembre de 2024, el Programa de Monitoreo del Cambio Climático Copernicus informó sobre alarmantes picos en los niveles de contaminación del aire, con ciudades importantes como São Paulo y Porto Velho enfrentando condiciones peligrosas.
En Brasilia, más del 6% del área del Parque Nacional ha ardido debido a incendios provocados, mientras que la región amazónica ha visto duplicar los incidentes de incendios en comparación con el año anterior, con más de 30,000 nuevos puntos de incendio registrados en la primera mitad de septiembre. El humo de estos incendios se ha extendido mucho más allá de las áreas inmediatas, afectando la calidad del aire en ciudades de todo Brasil.
El 13 de septiembre, se informó que la calidad del aire en Porto Alegre era un 394% peor que el promedio de septiembre de 2017 a 2023. La Organización Mundial de la Salud define un nivel seguro de materia particulada (PM 2.5) como 5 microgramos por metro cúbico, pero São Paulo registró niveles que alcanzaron los 81 microgramos, 15.2 veces por encima del límite recomendado.
La situación no está aislada en Brasil; América del Sur ha batido su récord de incendios forestales anuales, con 346,100 puntos de incendio reportados en 13 países hasta el 11 de septiembre, superando el récord anterior establecido en 2007. Los expertos atribuyen la crisis a una combinación de calor histórico y sequía agravada por el cambio climático, junto con la insuficiente acción gubernamental para prevenir y gestionar los incendios forestales.
El presidente Luiz Inácio Lula da Silva ha reconocido la falta de preparación del país para la crisis de incendios forestales y ha autorizado un fondo de emergencia de 514 millones de R$ para combatir los efectos de los incendios y la sequía en la Amazonía.
Esta catástrofe ambiental plantea riesgos significativos para la salud pública y destaca la urgente necesidad de respuestas coordinadas a nivel nacional e internacional para abordar tanto la calidad del aire como el cambio climático.