Ecuador ha declarado un estado de emergencia de 60 días debido a condiciones de sequía severa e incendios forestales récord que afectan al país. La declaración, anunciada por la Secretaría Ecuatoriana de Gestión de Riesgos (SNGR), tiene como objetivo movilizar recursos adicionales para combatir la crisis en curso.
La ministra de Medio Ambiente, Ines Manzano, declaró que el estado de emergencia facilitará la liberación de fondos y personal para abordar los incendios, particularmente en las provincias del sur de Azuay y Loja, donde actualmente se están combatiendo 17 incendios activos. Informes recientes indican que aproximadamente 10,200 hectáreas (25,204 acres) de tierra han sido impactadas por las llamas.
Esta sequía es la peor que Ecuador ha enfrentado en 60 años, afectando significativamente los niveles de agua en las represas hidroeléctricas, que suministran más del 70 por ciento de la electricidad del país. Como resultado, el gobierno ha implementado cortes de energía diarios de hasta 14 horas, instando a la población de 17 millones a conservar energía.
El Sistema Global de Información sobre Incendios Forestales (GWIS) ha pronosticado un aumento en el peligro de incendios forestales de alto a extremo en las provincias afectadas. Brotes de incendios forestales similares se han reportado en otros países de América del Sur, incluidos Brasil, Colombia y Perú, atribuidos a la sequía persistente vinculada al fenómeno de El Niño y al cambio climático.
La NASA ha observado nubes de humo desde el espacio, lo que indica la magnitud de los incendios forestales, que también han contribuido a niveles de agua récord bajos en la cuenca amazónica.