El 30 de diciembre de 2024, Trinidad y Tobago declaró un estado de emergencia en respuesta al aumento de la violencia de pandillas tras un intento de asesinato de un líder de pandilla. El gobierno tiene como objetivo implementar una iniciativa anti-pandillas como parte de esta medida de emergencia.
Las fuerzas de defensa asumirán funciones policiales, lo que les permitirá realizar registros sin orden judicial. Según Stuart Young, Ministro en la Oficina del Primer Ministro, se suspenderá la fianza y las personas sospechosas de actividades delictivas pueden ser detenidas hasta 48 horas sin cargos, ampliables por siete días adicionales con la aprobación del tribunal.
Esta decisión se produce tras un incidente en el que atacantes armados apuntaron a un líder de pandilla conocido frente a una comisaría, resultando en la muerte de un miembro de su equipo. Posteriormente, cinco hombres fueron asesinados en lo que se sospecha que fue un ataque de represalia.
Trinidad y Tobago ha experimentado un número récord de asesinatos este año, lo que ha llevado a la acción urgente del gobierno.