El 10 de enero de 2025, los incendios forestales que asolan Los Ángeles han llevado a estimaciones de daños revisadas que oscilan entre 135 y 150 mil millones de dólares, muy por encima de las proyecciones iniciales de 50 mil millones. Estos incendios, alimentados por vientos de fuerza huracán, han devastado barrios adinerados, marcando esto como potencialmente el desastre forestal más costoso en la historia de EE. UU.
El meteorólogo jefe de AccuWeather, Jonathan Porter, afirmó que las pérdidas económicas podrían representar casi el 4% del PIB anual de California. La catástrofe en curso supera el récord anterior establecido por el Camp Fire en 2018, que causó aproximadamente 16.5 mil millones de dólares en daños.
A medida que los incendios continúan extendiéndose, las autoridades están investigando la causa. La situación se agrava por los inminentes vientos de Santa Ana, que se espera que intensifiquen los riesgos de incendio. Celebridades y residentes han informado pérdidas, con hogares y negocios reducidos a cenizas.
El impacto financiero va más allá de los daños materiales inmediatos, afectando a miles de personas desplazadas y empresas. Se espera que los costos a largo plazo de la recuperación, incluidos los esfuerzos de reconstrucción y la atención médica para quienes se ven afectados por el humo tóxico, sean sustanciales.
La crisis de seguros en curso en California probablemente se agravará a medida que las grandes empresas retiren su cobertura debido a la creciente frecuencia de incendios catastróficos. State Farm, por ejemplo, dejó de aceptar nuevas solicitudes de seguros para propietarios de viviendas en 2023, citando riesgos aumentados.