Un equipo internacional de astrónomos ha identificado diez nubes moleculares de alta velocidad dentro de la galaxia espiral barrada M83, ofreciendo una nueva perspectiva sobre cómo las galaxias mantienen la formación estelar durante períodos prolongados. Estas nubes se mueven a velocidades significativamente diferentes a la rotación del disco galáctico, lo que sugiere que las galaxias podrían adquirir gas fresco de fuentes externas. Este proceso podría potencialmente desencadenar nueva formación estelar.
La investigación, liderada por Maki Nagata del Instituto de Astronomía de la Universidad de Tokio, utilizó datos del Atacama Large Millimeter/submillimeter Array (ALMA). El estudio, publicado en The Astrophysical Journal en mayo de 2025, proporciona información detallada sobre estas inusuales nubes. Las nubes de alta velocidad (HVC) detectadas en M83 tienen radios que oscilan entre 30 y 80 pársecs y masas aproximadamente iguales a 10^5 masas solares.
Estas HVC exhiben dispersiones de velocidad que varían de 3 a 20 km/s, lo que indica una mayor variabilidad en comparación con las nubes moleculares típicas del disco. Sus energías cinéticas superan las de las explosiones individuales de supernovas, lo que implica un origen externo. Este descubrimiento desafía la noción de las galaxias como sistemas aislados, sugiriendo que pueden crecer acumulando gas de su entorno. Este hallazgo es particularmente relevante para la investigación en el Observatorio Europeo Austral (ESO).
La entrada de gas molecular denso en M83 puede contribuir directamente a la futura formación estelar, destacando la naturaleza interconectada de las galaxias en el universo. Estudios futuros buscarán investigar más a fondo los orígenes de estas nubes de alta velocidad y su impacto en el crecimiento y desarrollo galáctico. En Latinoamérica, este tipo de investigación impulsa el interés por la astronomía y la ciencia en general, como lo demuestra el creciente número de observatorios y programas educativos en la región.