Investigaciones recientes sugieren que las antiguas cenizas volcánicas en Marte podrían contener pistas sobre una vida extraterrestre pasada. Un nuevo tipo de roca encontrado en el futuro sitio de aterrizaje del rover ExoMars, programado para lanzarse en 2028, podría proporcionar información significativa.
Los investigadores publicaron sus hallazgos en el Journal of Geophysical Research: Planets, indicando que las rocas probablemente se originaron a partir de cenizas volcánicas transportadas por el aire hace miles de millones de años. Actualmente, no se han identificado volcanes activos en el sitio.
El estudio indica que las rocas oscuras podrían haber protegido capas ricas en minerales debajo de ellas, preservando potencialmente signos de vida. Sin embargo, los procesos exactos de formación de estas rocas superficiales siguen siendo inciertos.
El equipo de investigación mapeó un área de 19,300 millas cuadradas (50,000 km²) utilizando datos del Mars Reconnaissance Orbiter de la NASA, que ha estado buscando evidencia de agua antigua en Marte desde 2006. Se teoriza que las rocas oscuras una vez cubrieron toda la zona, pero ahora solo se encuentran en pequeños parches.
Los investigadores creen que las cenizas pueden haberse acumulado en áreas más bajas dentro de cráteres de impacto, donde se mezclaron con aguas subterráneas. El equipo espera obtener más información sobre el sitio de Oxia Planum cuando el rover ExoMars Rosalind Franklin llegue a Marte en 2028.
Aunque el rover no puede atravesar las ásperas rocas oscuras, el estudio sugiere que podría acceder a depósitos ricos en minerales en los bordes de estas formaciones. La misión Rosalind Franklin ha enfrentado retrasos, en parte debido a la guerra en Ucrania, lo que llevó a la Agencia Espacial Europea (ESA) a romper lazos con su antiguo socio Roscosmos tras la invasión de Rusia en 2022.
En mayo de 2024, la NASA se unió nuevamente a la ESA para completar la misión, habiendo sido inicialmente socio en el proyecto hace más de 20 años antes de retirarse debido a problemas presupuestarios. El rover perforará la superficie de Marte y recolectará muestras de hasta 6,6 pies (2 metros) de profundidad para su análisis en su laboratorio a bordo.
Los investigadores se centran en rocas antiguas, creyendo que ofrecen la mejor oportunidad de encontrar signos de vida. Las rocas oscuras estudiadas se cree que se formaron durante los períodos noachiano y temprano hesperiano, aproximadamente entre 4 y 3.7 mil millones de años.
“Estas rocas son extremadamente antiguas, pero este es precisamente el período de la historia de Marte que queremos investigar”, señalaron los científicos. “Si alguna vez hubo vida en Marte, fue hace mucho tiempo, ya que el planeta ha estado seco y relativamente inactivo durante los últimos tres mil millones de años. Por lo tanto, queremos explorar rocas de este período para ver si hay rastros de agua o vida microbiana.”