El rover Perseverance de la NASA, comparable en tamaño a un automóvil, está navegando actualmente por caminos empinados en el Planeta Rojo. Está ascendiendo la pared del Cráter Jezero, un sitio donde alguna vez fluyó agua, con el objetivo de llegar al borde del cráter para estudiar áreas científicamente significativas en Witch Hazel Hill en busca de signos de vida potencial.
Durante esta desafiante ascensión, el rover capturó imágenes del interior del cráter y de las huellas dejadas por sus ruedas, ilustrando el terreno difícil. Una imagen panorámica, compuesta por 44 fotos tomadas el 27 de septiembre durante el día 1282 de la misión marciana, muestra hitos clave de su viaje de 3.5 años, incluyendo el sitio de aterrizaje, las primeras rocas sedimentarias, el primer almacén de muestras en Marte y las zonas de vuelo del helicóptero Ingenuity.
Según el subdirector del proyecto, Rick Welch, las imágenes reflejan tanto los logros pasados como el difícil camino por delante. A la derecha de la panorámica se observa una pendiente con una inclinación del 20 por ciento, lo que complica aún más la ascensión. Aunque Perseverance ya ha subido pendientes similares, esta vez se enfrenta a una superficie resbaladiza que dificulta el avance. Debido al terreno difícil, el rover ha recorrido solo la mitad de la distancia que normalmente habría recorrido en un suelo menos resbaladizo.
El 3 de octubre, el equipo dirigió a Perseverance para probar estrategias de reducción de deslizamiento. El rover intentó moverse hacia atrás y en diagonal a través de la pendiente, lo que aumentó la estabilidad. Las investigaciones mostraron que seguir el borde norte de la ruta, donde hay más rocas, ayuda a mantener una mejor tracción.
En unas semanas, Perseverance alcanzará la cima, denominada 'Viewpoint Hill', antes de continuar hacia Witch Hazel Hill. Los datos orbitales sugieren la presencia de rocas estratificadas brillantes, y el equipo espera encontrar muestras interesantes para comparar con el área de Bright Angel, donde se recolectó la muestra Cheyava Falls.
Una vez que el rover complete su ascenso, explorará más lugares que puedan contener pistas sobre el clima pasado y la habitabilidad de Marte. Las futuras misiones marcianas también buscarán signos de vida en el subsuelo del planeta, donde las condiciones pudieron ser o aún son favorables para la vida, protegidas de la radiación extrema y el frío.