El rover Curiosity de la NASA revela información sobre el antiguo clima marciano y su habitabilidad

El rover Curiosity de la NASA, que actualmente explora el cráter Gale en Marte, ha proporcionado nuevos conocimientos sobre cómo el antiguo clima marciano pasó de ser potencialmente adecuado para la vida, con evidencia de agua líquida generalizada, a su estado actual inhóspito. Los investigadores utilizaron instrumentos a bordo de Curiosity para analizar la composición isotópica de minerales ricos en carbono (carbonatos) encontrados en el cráter Gale, revelando detalles significativos sobre la evolución climática del planeta.

Según David Burtt del Goddard Space Flight Center de la NASA, los valores isotópicos de estos carbonatos indican una evaporación extrema, sugiriendo que se formaron en un clima que solo podía sostener agua líquida transitoria. Aunque los hallazgos no confirman la existencia de una biosfera en la superficie marciana, dejan abierta la posibilidad de vida subterránea o de una biosfera que existió antes de la formación de estos carbonatos.

El estudio destaca la importancia de los carbonatos como registros climáticos, que retienen firmas de sus entornos de formación. Se propusieron dos mecanismos de formación potenciales para los carbonatos: uno que involucra ciclos húmedo-secos, indicando fluctuaciones en la habitabilidad, y otro que implica condiciones criogénicas con agua salada, sugiriendo un ambiente menos habitable.

Significativamente, los valores isotópicos pesados encontrados en los carbonatos marcianos son los más altos registrados para cualquier material en Marte, lo que indica procesos extremos en juego. Los hallazgos, realizados utilizando el Análisis de Muestras en Marte (SAM) y el Espectrómetro de Láser Sintonizable (TLS) a bordo de Curiosity, subrayan la complejidad de la historia climática de Marte y sus implicaciones para la búsqueda de vida pasada.

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