El queso cottage está ganando reconocimiento por sus beneficios nutricionales, incluyendo el control del peso, la construcción de músculo y el apoyo inmunológico. Este versátil producto lácteo puede disfrutarse en platos tanto salados como dulces, ofreciendo numerosas opciones de consumo.
Se produce a partir de leche pasteurizada calentada con la adición de cuajo o cultivos lácteos, y el contenido de grasa del queso cottage varía según la leche utilizada: el entero contiene 9g, el semidescremado aproximadamente 4.5g y el bajo en grasa alrededor de 0.5g por 100g. También hay opciones sin lactosa disponibles.
Rico en proteínas, particularmente caseína, el queso cottage apoya la salud física y mental y proporciona elementos traza esenciales como calcio, potasio, magnesio y vitaminas D, A, E y B. Su alto contenido de calcio y vitamina D es crucial para la salud ósea y dental, mientras que su contenido de probióticos ayuda a la inmunidad y reduce la inflamación crónica.
Con 14g de proteína por porción de 100g, el queso cottage es una excelente opción para quienes controlan su peso, ya que promueve el crecimiento muscular. También contribuye a la salud de la piel y las articulaciones al apoyar la producción de colágeno.
Los usos tradicionales del queso cottage van más allá de las aplicaciones culinarias; se ha utilizado en remedios caseros para la inflamación. Las compresas frías de queso cottage se han utilizado para aliviar la inflamación mamaria en madres lactantes y reducir la hinchazón en las articulaciones.
Incorpora el queso cottage en tu dieta con recetas deliciosas como el pastel de queso cottage o el cheesecake:
Para el pastel de queso cottage, bate la mantequilla ablandada con azúcar hasta que esté esponjosa, añade las yemas de huevo, la ralladura de limón y el queso cottage. Bate las claras de huevo con una pizca de sal y dóblalas en la mezcla. Incorpora gradualmente la harina y el polvo de hornear, vierte en un molde para bundt engrasado y hornea a 160°C durante 20 minutos, luego aumenta a 180°C durante otros 30 minutos.
Para el cheesecake, prepara la base mezclando mantequilla ablandada, azúcar, harina, polvo de hornear y ralladura de limón, presionando la mezcla en el fondo de un molde para pastel. En otro tazón, mezcla el queso cottage con azúcar, huevos, leche, mantequilla derretida y polvo de pudín, vierte en la base y hornea a 180°C durante unos 50 minutos.
Sirve frío y considera agregar arándanos u otras frutas para un sabor adicional.