El desayuno en Baréin es una celebración vibrante de sabores y tradiciones que muestra su rica herencia culinaria.
Un plato destacado es el balaleet, una combinación única de salado y dulce, que presenta huevos fritos sobre fideos vermicelli finos aromatizados con azúcar, cardamomo y agua de rosas. Es un favorito tanto para comidas diarias como para ocasiones especiales como el Eid.
Ningún desayuno bahreiní está completo sin el khubz, un pan plano tradicional horneado en un tandoor, perfecto para acompañar con miel, tahini o crema suave.
Mahyawa, un condimento de pescado fermentado, añade un audaz sabor umami a la mesa, a menudo disfrutado junto a los platos del desayuno o sobre el khubz.
Harees, un plato abundante hecho de carne cocida lentamente y trigo partido, es particularmente popular durante el Ramadan, sazonado con canela y cardamomo para mayor calidez.
Shakshuka, que presenta huevos escalfados en una salsa de tomate y pimiento picante, es otro alimento básico del desayuno, a menudo servido con khubz.
Samboosas, pasteles crujientes rellenos de queso, verduras o carne especiada, ofrecen una opción salada para el desayuno, generalmente disfrutados con una taza de karak tea, un té negro endulzado y especiado.
Para los que tienen un diente dulce, los luqaimat son bolitas fritas cubiertas con miel o jarabe de dátiles, a menudo servidas en ocasiones festivas.
El desayuno bahreiní encapsula una rica tapicería de sabores y costumbres, ofreciendo una experiencia memorable tanto para los locales como para los visitantes.