El telescopio solar Inouye, equipado con un espejo primario de cuatro metros y un sistema de refrigeración especializado, ha capturado una imagen de la superficie del Sol con un detalle sin precedentes.
La imagen, tomada a una longitud de onda de 789 nm, revela características tan pequeñas como 30 km de tamaño. La imagen cubre un área cuadrada de 36,500 km por lado, alcanzando una resolución nunca antes vista. Un video correspondiente abarca 19,000 x 10,700 km, ilustrando la actividad turbulenta del Sol.
Son visibles células convectivas, de aproximadamente 1000 km de diámetro, impulsadas por violentos movimientos de plasma que transportan energía desde el interior del Sol a su superficie. El plasma caliente se eleva en el centro de estas células (gránulos), se enfría, se expande y luego desciende hacia los bordes, apareciendo menos luminoso debido a la menor temperatura.