Los investigadores están explorando el potencial de la terapia con ultrasonido como un tratamiento no invasivo para la depresión resistente a los medicamentos. Este enfoque experimental se centra en atacar las regiones profundas del cerebro asociadas con la depresión. Estudios recientes indican que el ultrasonido focalizado de baja intensidad puede modular de manera segura la actividad de estas regiones cerebrales.
Un estudio publicado en Brain Stimulation por investigadores de GHU Paris, Inserm, CNRS, Université Paris Cité y ESPCI Paris-PSL, revela resultados alentadores de un tratamiento de cinco días con ultrasonido focalizado de baja intensidad. Esta innovadora tecnología ofrece un método no invasivo para modular la actividad de las regiones profundas del cerebro involucradas en la depresión. Las ondas de ultrasonido se propagan a través del tejido humano, estimulando de forma remota el área cerebral objetivo mediante acción mecánica.
Un estudio involucró a cinco pacientes con depresión severa resistente a los medicamentos. Los resultados no mostraron eventos adversos graves y una excelente tolerancia, y los pacientes no informaron molestias durante las sesiones. Las puntuaciones de gravedad de la depresión disminuyeron en más del 60% al quinto día de tratamiento. Otro estudio, publicado este mes en Molecular Psychiatry, demostró que la tecnología de ultrasonido focalizado de baja intensidad puede atacar de manera segura y efectiva la amígdala, lo que lleva a mejoras significativas en los síntomas de depresión, ansiedad y TEPT. Estos hallazgos sugieren que el ultrasonido focalizado podría ofrecer una alternativa valiosa para los pacientes que no han respondido a las terapias tradicionales.