Un estudio reciente de la Universidad de Hamburgo descubrió que una siesta de 20 minutos, que alcanza la etapa de sueño N2, puede aumentar la probabilidad de experimentar ideas creativas, también conocidas como «momentos Eureka». El estudio involucró a participantes que resolvían una tarea, seguida de una siesta mientras se monitoreaba su actividad cerebral.
Los resultados mostraron que el 85,7% de los participantes que alcanzaron la etapa de sueño N2 resolvieron el problema, en comparación con el 63,6% en la etapa N1 y el 55,5% que permanecieron despiertos. Los investigadores sugieren que el sueño N2 ayuda a la consolidación de la memoria y la reorganización de la asociación semántica, cruciales para la resolución creativa de problemas.
Si bien es prometedor, los autores señalan que se necesita más investigación para comprender completamente los mecanismos detrás de estas ideas.
Este estudio confirma la idea de que una siesta corta puede ser una herramienta útil para desbloquear el potencial creativo y resolver tareas complejas.