En un descubrimiento notable, los científicos han revivido un gusano redondo de 46.000 años, Panagrolaimus kolymaensis, encontrado congelado en el permafrost siberiano. Este nematodo, previamente desconocido para la ciencia, fue traído de vuelta a la vida después de ser desenterrado de las profundidades heladas cerca del río Kolyma en 2018. El estudio, publicado en PLOS Genetics, destaca la extraordinaria capacidad del gusano para sobrevivir a través de la criptobiosis, un estado de animación suspendida.
Criptobiosis y Supervivencia
La criptobiosis permite al gusano pausar esencialmente sus procesos vitales, soportando frío extremo, falta de oxígeno y deshidratación durante milenios. Al descongelarse, el gusano comenzó a reproducirse asexualmente, lo que demuestra la resistencia de la vida en condiciones extremas. La datación por radiocarbono de la materia vegetal cercana confirmó la edad del nematodo, situándolo en 46.000 años.
Implicaciones y Preocupaciones
Este descubrimiento ofrece información sobre cómo la vida puede persistir en entornos extremos y podría informar los esfuerzos de conservación a medida que cambia el clima de la Tierra. Sin embargo, el deshielo del permafrost también plantea preocupaciones sobre la liberación de patógenos antiguos. A medida que la aceleración del calentamiento global aumenta, la potencial emergencia de estos microbios plantea una amenaza para los ecosistemas modernos y la salud humana. El brote de ántrax de 2016 en Siberia, que mató a miles de renos y afectó a humanos, sirve como un crudo recordatorio de este riesgo.