Estudio genético vincula la morfología pélvica con la locomoción y los resultados del parto

Edited by: ReCath Cath

Un estudio combinado sobre la morfología pélvica humana, que utiliza la genética y el aprendizaje profundo con datos de más de 31,000 individuos, revela vínculos genéticos entre la estructura y función pélvica, la locomoción y los resultados del parto. Investigadores de la Western Washington University, la Columbia University y la University of Texas en Austin informaron estos hallazgos en 'Science'.

El estudio ofrece nuevas perspectivas sobre cómo nuestra especie evolucionó para equilibrar las demandas conflictivas del bipedismo [caminar sobre dos piernas] y el parto. La transición al bipedismo en los homínidos [antepasados humanos primitivos] condujo a cambios significativos en la morfología pélvica, incluyendo una pelvis más corta y ancha, lo que facilitó una postura erguida y una locomoción eficiente. Sin embargo, esta adaptación también presentó un desafío para el parto, ya que el estrechamiento del canal de parto dificultó el paso de los bebés con cerebros más grandes.

Este conflicto, conocido como el "dilema obstétrico" [el desafío evolutivo de equilibrar el bipedismo con el parto], se ha debatido durante décadas. Se ha sugerido que este dilema podría haberse aliviado evolucionando para dar a luz a bebés menos desarrollados, lo que les permitiría pasar por el canal de parto más fácilmente. Sin embargo, esta teoría ha sido cuestionada por estudios recientes que muestran que la gestación [embarazo] humana y el tamaño de los recién nacidos son comparables a los de otros primates de tamaño similar. Si bien los estudios genómicos funcionales sobre la expresión génica y las comparaciones entre los grandes simios y los humanos han proporcionado información sobre el desarrollo pélvico, la base genética de la morfología pélvica en los humanos sigue siendo en gran medida desconocida.

Para estudiar la base genética de la pelvis humana, Liaoyi Xu y sus colegas utilizaron imágenes de absorciometría de rayos X de energía dual (DXA) [un tipo de imagen médica] de todo el cuerpo y datos genéticos de 42,284 individuos en el UK Biobank [una base de datos biomédica a gran escala]. Utilizando un enfoque de aprendizaje profundo en 39,469 imágenes DXA de alta calidad, los investigadores derivaron un conjunto completo de 7 mediciones esqueléticas de la pelvis humana y realizaron escaneos de todo el genoma para identificar loci genéticos [ubicaciones específicas de genes en los cromosomas] asociados con variaciones en la proporción pélvica.

Los investigadores descubrieron 180 loci genéticos independientes asociados con la forma pélvica y encontraron diferencias específicas del sexo en la arquitectura genética, así como asimetrías en la estructura pélvica relacionadas con la lateralidad [preferencia por usar un lado del cuerpo]. También encontraron que los canales de parto más anchos están genéticamente asociados con una marcha más lenta [manera de caminar] y un mayor riesgo de trastornos del suelo pélvico, así como un menor riesgo de trabajo de parto obstruido [cuando un bebé no puede pasar por el canal de parto].

Además, el estudio no encontró evidencia de que una gestación más corta evolucionó para facilitar el parto, pero sí observó correlaciones genéticas entre la forma pélvica y el tamaño de la cabeza, lo que sugiere respuestas evolutivas a los desafíos de dar a luz a bebés con cerebros grandes.

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