El Regreso del Cóndor de California: Una Colaboración EE.UU.-México Revive una Especie

Editado por: Katia Remezova Cath

En Baja California, México, el cóndor de California (Gymnogyps californianus) se eleva una vez más, marcando un exitoso esfuerzo de reintroducción. El biólogo Juan Vargas Velasco y María Catalina Porras Peña han dedicado más de 20 años a la gestión de los 48 cóndores en territorio mexicano. Este proyecto surge de los esfuerzos de recuperación de los años 80 en EE.UU., abordando la disminución de la población por envenenamiento por plomo debido a las balas de los cazadores. La especie desapareció de México a finales de la década de 1930. El regreso comenzó en 2002 con cóndores criados en cautividad, resultado de la colaboración entre EE.UU. y México. Porras Peña rastrea la historia de cada cóndor en un registro de Excel, anotando detalles como el origen, la identificación y el estado. Se registran nombres como Galán y Nera. El renacimiento del ave más grande de Norteamérica se atribuye a la cooperación binacional, la inversión, la dedicación y la comprensión científica, incluida la decodificación del genoma y el conocimiento de las enfermedades. Persisten los desafíos para establecer poblaciones silvestres autosuficientes. El Programa de Recuperación del Cóndor de California de EE.UU., iniciado en la década de 1970, implicó la captura de los últimos cóndores silvestres para la cría en cautividad. El 19 de abril de 1987 marcó su extinción en estado salvaje. Se puso en marcha un programa de cría en cautividad, reconociendo el papel del cóndor en los ecosistemas al eliminar los restos de animales muertos y prevenir enfermedades. Rodolfo Dirzo, biólogo de la Universidad de Stanford, define esto como un proyecto de refaunación. El primer nacimiento en cautividad se produjo en 1988 en el zoológico de San Diego. Se desarrollaron técnicas como la doble puesta, la incubación artificial y la cría con marionetas. Xewe y Chocuyens fueron los primeros en regresar a la naturaleza en 1992, acompañados por cóndores andinos para ayudar a la adaptación. A finales de la década de 1990, existían múltiples centros de cría. En 1999, comenzó la colaboración entre EE.UU. y México para la reintroducción en el Parque Nacional Sierra de San Pedro Mártir. En 2023, la población mundial alcanzó los 561 individuos, con 344 en estado salvaje. Cynthia Steiner, en el zoológico de San Diego, conserva ADN de 1.200 cóndores. La información genómica ayuda a comprender los peligros, gestionar la cría e identificar enfermedades genéticas como la condrodistrofia. El análisis genético también permite determinar el sexo y minimizar la endogamia. Se descubrió la partenogénesis, la reproducción asexual. El genoma del cóndor, decodificado en 2021, reveló una población prehistórica de entre 10.000 y 100.000 individuos. El declive comenzó hace 40.000 años, exacerbado por los humanos. La variabilidad genética sigue siendo similar a la de las aves no amenazadas. El envenenamiento por plomo sigue siendo una amenaza. De 1992 a 2023, 137 cóndores murieron por envenenamiento por plomo. La Ley de Preservación del Cóndor Ridley-Tree de 2007 exige el uso de munición sin plomo en las zonas de distribución del cóndor en California. El Plan de Recuperación del Cóndor de California de 1996 tiene como objetivo cambiar el estado de "en peligro" a "amenazado", lo que requiere al menos dos poblaciones reintroducidas y una población cautiva con 150 individuos cada una. Actualmente, existen poblaciones en Arizona, Utah, California y Baja California. Nacho Vilchis estima que se tardarán entre 10 y 15 años en lograr la autosuficiencia. Es crucial una supervisión constante. Juan Vargas Velasco desciende en rápel por los acantilados para examinar a los polluelos. Los transmisores GPS cuestan 4.000 dólares, con suscripciones mensuales por satélite de 80 dólares por ave. La financiación se asegura a través de ONG y programas como "I'm Back BC Condor". El zoológico de Chapultepec en Ciudad de México alberga un centro de cría y un "zoológico congelado". La colaboración entre instituciones mexicanas ha sido clave. Baja California es reconocida por su bosque prístino y sus bajos niveles de plomo. En 2022, un puma atacó un aviario de preliberación, matando a dos cóndores, lo que pone de relieve el impredecible impacto de la naturaleza.

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