El tiburón de Groenlandia (*Somniosus microcephalus*) es el vertebrado más longevo del planeta, con una vida que puede alcanzar los 400 años o más. Un estudio reciente compartido a través de biorxiv sugiere que la clave de su longevidad radica en su extraordinaria capacidad para reparar su ADN. Los científicos han secuenciado el ADN del tiburón de Groenlandia, revelando un genoma con más de 6.500 millones de pares de bases, más del doble que el del ser humano. El tiburón posee genes únicos de reparación del ADN, similares a los que se encuentran en animales longevos como las tortugas gigantes de Galápagos y la ballena de Groenlandia. La proteína TP53, el "guardián del genoma", juega un papel crucial en la protección de las células contra mutaciones y enfermedades degenerativas. En otras noticias, la investigación sobre sobrevivientes de cáncer infantil revela información sobre el envejecimiento acelerado. Greg Armstrong, investigador principal del Estudio de Supervivencia al Cáncer Infantil en St. Jude, señala que si bien los tratamientos modernos son cada vez más efectivos, sus efectos secundarios a largo plazo pueden ser devastadores. "De estos niños, el 85% vencerá el cáncer, pero la victoria tiene un precio. Sabemos que tendrán una vida útil más corta. Muchos de ellos mueren prematuramente por enfermedades crónicas como afecciones cardiovasculares, accidentes cerebrovasculares o cánceres secundarios, que aparecen mucho antes de lo normal. Descubrimos hace aproximadamente una década que este fenómeno ocurre porque envejecen rápidamente, más allá de su edad biológica", declaró Armstrong a The Guardian. Kirsten Ness, fisioterapeuta y epidemióloga clínica de St. Jude, descubrió que la función cardíaca, la flexibilidad, la capacidad respiratoria y la movilidad de los sobrevivientes de entre 24 y 41 años eran similares a las de personas mucho mayores. La senescencia celular, donde las células pierden la capacidad de dividirse pero permanecen activas en un estado disfuncional, es un factor clave en el envejecimiento. En los sobrevivientes de cáncer infantil, los tratamientos agresivos a una edad temprana promueven una acumulación prematura de células senescentes, lo que acelera la degradación de las funciones fisiológicas y aumenta el riesgo de afecciones relacionadas con la edad. Los senolíticos, fármacos que eliminan las células senescentes, están ganando atención. Greg Armstrong está dirigiendo un estudio clínico en el que participan sobrevivientes con signos de fragilidad y marcadores de senescencia, probando el impacto de Dasatinib y Quercetina, o Fisetina, en la función física. El seguimiento a largo plazo evaluará si estos fármacos pueden prolongar la esperanza de vida. Johannes Grillari, director del Instituto Ludwig Boltzmann de Traumatología en Viena, presentó el potencial de los senolíticos en la conferencia de la British Society for Research on Ageing en septiembre de 2024. Destacó que las células senescentes son un factor común en las enfermedades relacionadas con la edad, y su eliminación podría reducir la inflamación y mejorar la regeneración de los tejidos. Los investigadores también están explorando los senolíticos para rejuvenecer órganos de donantes mayores para mejorar las tasas de éxito de los trasplantes. Un estudio demostró que los órganos con más células senescentes tienen un mayor riesgo de fallo del trasplante. Se están realizando ensayos clínicos para evaluar si Dasatinib y Quercetina pueden ralentizar la progresión de la enfermedad de Alzheimer en fase inicial y mejorar la función física en pacientes con enfermedades pulmonares crónicas. El profesor Tohru Minamino de la Universidad de Juntendo en Japón sugiere una "vacunación contra el envejecimiento" como un enfoque más seguro, dirigido únicamente a las células senescentes inflamatorias. Su equipo desarrolló una vacuna basada en la proteína GPNMB, que mostró resultados prometedores en ratones. Ahora están trabajando en una vacuna basada en ARNm para entrenar al sistema inmunitario para que elimine selectivamente las células senescentes inflamatorias, tratando potencialmente afecciones como el Alzheimer, las enfermedades pulmonares crónicas y la fragilidad relacionada con la edad. Los investigadores enfatizan que la eliminación de las células senescentes por sí sola no es suficiente para combatir el envejecimiento. El Dr. Stijn Meijnikman señala que el cuerpo aún debe tener la capacidad de regenerarse. También señaló: "En el futuro, podremos tratar a más y más pacientes ancianos, pero por ahora, debemos acumular más evidencia con respecto a la eficacia de los senolíticos en humanos".
El ADN del tiburón de Groenlandia guarda claves de longevidad; los senolíticos prometen combatir el envejecimiento
Editado por: Надежда Садикова
Lea más noticias sobre este tema:
¿Encontró un error o inexactitud?
Consideraremos sus comentarios lo antes posible.