El descubrimiento de ADN antiguo (aDNA) extraído de muestras de petróleo ha revolucionado nuestra comprensión de la preservación del material genético y sus implicaciones para el estudio de la evolución de la vida en la Tierra.
Un equipo de investigación logró aislar más de tres millones de fragmentos de ADN de muestras de petróleo utilizando una innovadora tecnología basada en nanopartículas. Su análisis revela información sorprendente sobre especies extintas y eventos geológicos que han moldeado el planeta. El estudio plantea nuevas preguntas sobre la capacidad del petróleo para preservar material genético a lo largo de millones de años y desafía algunos criterios previos sobre la autenticidad del ADN antiguo. El estudio ha sido publicado en bioRxiv, una plataforma de preprints donde los investigadores suben sus estudios antes de que pasen por la revisión formal de una revista científica. Esto significa que los resultados deben interpretarse con cautela, ya que todavía no han sido validados por otros expertos en el campo.
El petróleo es un recurso natural que se forma a partir de materia orgánica enterrada y sometida a altas presiones y temperaturas durante millones de años. Hasta ahora, se creía que en este proceso la mayor parte de los componentes biológicos originales se destruían, pero el reciente hallazgo demuestra que fragmentos de ADN ambiental (eDNA) han quedado atrapados y preservados en los depósitos petrolíferos.
El estudio identificó distintos tipos de ADN en el petróleo, clasificándolos en tres grupos. Estos fragmentos permiten estudiar especies que habitaron la Tierra en distintas épocas, incluyendo organismos marinos ancestrales, aves primitivas e incluso rastros de antiguos homínidos.
Uno de los hallazgos más intrigantes fue la identificación de ADN de especies marinas, lo que sugiere que en el pasado ciertas regiones que hoy son terrestres estuvieron bajo el agua. El análisis de estos fragmentos respalda la hipótesis de invasiones marinas ocurridas durante el Paleoceno, hace aproximadamente 37,5 millones de años.
También se encontraron secuencias de ADN que coinciden con las de aves ancestrales, lo que ofrece un posible vínculo molecular entre dinosaurios y aves modernas. Por otra parte, se detectaron fragmentos genéticos relacionados con especies que hoy están geográficamente distantes, como yaks, pavos y kiwis, lo que sugiere que sus ancestros compartieron hábitats antes de la fragmentación de los continentes.
Uno de los hallazgos más sorprendentes del estudio fue la presencia de fragmentos de ADN humano antiguo que no coinciden con poblaciones modernas. Algunas secuencias presentan similitudes con Homo erectus, una especie extinta de homínido que habitó Asia hace aproximadamente 500.000 años.
Las muestras de petróleo analizadas provienen del campo petrolero de Nanyang, ubicado en la Depresión de Biyang, en China. Esta región ha sido objeto de estudios geológicos previos que revelaron la presencia de fósiles de Homo erectus, lo que sugiere que este homínido habitó la zona en el pasado. La conservación de estos fragmentos en el petróleo plantea preguntas sobre su origen. Se especula que pudieron provenir de restos humanos atrapados en capas geológicas que posteriormente generaron petróleo.
Este hallazgo sugiere que el ADN de homínidos extintos podría estar más presente en el registro geológico de lo que se pensaba, lo que abriría nuevas posibilidades para el estudio de la evolución humana más allá del análisis de fósiles tradicionales.
El petróleo no es un ambiente propicio para la conservación del ADN, ya que las altas temperaturas y la falta de agua dificultan su estabilidad. Sin embargo, el estudio sugiere que ciertos mecanismos pueden haber protegido el material genético a lo largo del tiempo. Uno de los aspectos más llamativos del hallazgo es que el ADN recuperado no muestra signos de desaminación, un proceso que suele utilizarse como criterio para determinar la autenticidad del ADN antiguo. Esto sugiere que las condiciones dentro del petróleo han permitido una conservación distinta a la de otros materiales fósiles.
El valor añadido de este paper no radica en que sea la primera vez que se extrae ADN de petróleo. Anteriormente, ya se habían detectado fragmentos de ADN en aceites vegetales refinados y en muestras de hidrocarburos, lo que indicaba que el ADN puede sobrevivir en medios oleosos bajo ciertas condiciones. Sin embargo, este estudio aporta novedades significativas. Este descubrimiento tiene implicaciones importantes para varias disciplinas científicas. En paleontología, la posibilidad de recuperar ADN de especies extintas a partir del petróleo podría complementar el registro fósil y permitir estudios de evolución a nivel molecular. En geología, el análisis de estos fragmentos de ADN puede ayudar a reconstruir cambios climáticos y geográficos a lo largo del tiempo.
Por último, la identificación de ADN en el petróleo podría tener aplicaciones en la industria, ya que los biomarcadores genéticos pueden proporcionar nueva información sobre la formación y migración de los hidrocarburos, mejorando la exploración de yacimientos.