Nueva investigación indica que algunas enanas blancas, restos de estrellas similares al sol, pueden albergar planetas capaces de sostener agua y posiblemente vida. Este estudio explora el destino de los planetas durante la transición de su estrella anfitriona de la secuencia principal a una gigante roja y, finalmente, a una enana blanca.
Los científicos modelaron los cambios en la luminosidad y masa de estrellas de tipo solar, las órbitas planetarias y la retención de agua a medida que la estrella evoluciona. Se encontró que los planetas dentro de la zona habitable al inicio de esta transición generalmente pierden sus océanos, ya sea siendo tragados por la estrella en expansión o calentados al punto de evaporar el agua.
Sin embargo, los planetas ubicados más allá de dos unidades astronómicas (UA) de la estrella pueden retener algo de agua a través de estos cambios. Específicamente, aquellos que comienzan a distancias de al menos 10 UA—similares a la órbita actual de Saturno—podrían mantener una parte significativa de su agua inicial, hasta tres cuartas partes.
A medida que la estrella se convierte en una enana blanca, los planetas distantes pueden congelarse, y sus órbitas podrían expandirse debido a la masa reducida de la estrella. Esta expansión orbital puede llevar a inestabilidad, aumentando las posibilidades de que dos planetas pasen cerca uno del otro, con uno potencialmente siendo atraído más cerca de la enana blanca.
Si un planeta migra a la zona habitable, podría experimentar condiciones adecuadas para agua líquida. Los investigadores notaron que si esta migración ocurre poco después de la formación de la enana blanca, la intensa radiación ultravioleta podría despojar al planeta de su atmósfera y océanos. Por otro lado, si la migración ocurre tres mil millones de años o más después de la formación de la enana blanca, la radiación ultravioleta más débil podría permitir que los océanos persistan.
Aunque este escenario requiere una serie de eventos afortunados y coincidentes, plantea la posibilidad de que existan planetas habitables alrededor de enanas blancas.