La misión Dragonfly, parte del programa Nuevas Fronteras de la NASA, tiene como objetivo explorar Titán, la luna más grande de Saturno, que es única por tener líquidos estables en su superficie, incluidos lagos y mares de hidrocarburos. Está programada para lanzarse en julio de 2028 y utilizará un dron para investigar el entorno de Titán durante tres semanas.
El cohete Falcon Heavy de SpaceX transportará el módulo de aterrizaje diseñado para recolectar muestras de la superficie de Titán. Los investigadores están especialmente interesados en Titán debido a sus compuestos orgánicos, que son esenciales para la vida.
La misión pretende evaluar la habitabilidad de Titán estudiando la química prebiótica y buscando señales químicas de posibles formas de vida basadas en agua o que utilicen los abundantes hidrocarburos de la luna. Los funcionarios de la NASA afirmaron: “Elegimos estudiar esta luna porque tiene características muy interesantes relacionadas con el potencial de vida.”
Los objetivos de Dragonfly incluyen investigar el potencial de Titán para albergar vida, y se espera que la nave espacial tarde aproximadamente seis años en llegar a su destino. El módulo de aterrizaje, alimentado por energía nuclear, se proyecta que funcione durante aproximadamente 2.5 años terrestres, recopilando datos extensos y posiblemente evidencia de vida en la superficie o en el océano subterráneo de Titán.