Científicos abogan por el catalogado de artefactos humanos en Marte, incluidos naves espaciales, aterrizadores y rovers, para documentar los primeros pasos de la humanidad en la exploración interplanetaria. El antropólogo Justin Holcomb de la Universidad de Kansas enfatiza que la humanidad se encuentra en una 'fase histórica inaugural' de migración a través del sistema solar.
Hasta 2022, aproximadamente 4,500 kg de desechos fabricados por el hombre están esparcidos por Marte. Desde 1971, al menos dieciséis misiones han contribuido al registro arqueológico marciano, con sitios que incluyen lugares de aterrizaje y accidentes asociados con varios artefactos.
Los artefactos históricos significativos incluyen el aterrizador Mars 2 de la URSS, que fue uno de los primeros en alcanzar otra superficie planetaria, y el aterrizador Viking 1 de EE. UU., el primero en operar con éxito en Marte. El helicóptero Ingenuity también marca un hito como el primer vehículo autónomo en volar en otro planeta.
Aunque gran parte de estos desechos se etiqueta como 'basura espacial', Holcomb argumenta por su importancia arqueológica y ambiental. Él enfatiza la necesidad de preservar estos materiales en lugar de tratarlos como desechos, señalando que representan los primeros registros materiales de la presencia humana más allá de la Tierra.
Holcomb destaca los desafíos de entender cómo los artefactos marcianos se degradan debido a la radiación cósmica, los vientos solares y las interacciones con los elementos marcianos. Hace un llamado a establecer un campo dedicado a la geoarqueología planetaria para estudiar estos efectos y establecer un sistema para rastrear materiales fabricados por humanos en Marte y otros cuerpos celestes.
Concluye que estos artefactos son cruciales para entender nuestra cronología histórica de migración, comparable a las herramientas humanas tempranas encontradas en la Tierra.