Astrónomos descubren grandes óvalos UV en los polos de Júpiter

Investigadores de la UC Berkeley han identificado óvalos oscuros grandes y transitorios en los polos norte y sur de Júpiter, similares en tamaño a la Gran Mancha Roja. Estas características, visibles solo en longitudes de onda ultravioleta, están integradas en la neblina estratosférica del planeta.

Estos óvalos oscuros aparecen frecuentemente justo debajo de las brillantes regiones aurorales en cada polo, parecidos a las luces del norte y del sur de la Tierra. Absorben más luz ultravioleta que su entorno, lo que los hace visibles en las imágenes capturadas por el Telescopio Espacial Hubble de la NASA. Observaciones de Hubble entre 2015 y 2022 muestran que un óvalo oscuro UV aparece en el polo sur el 75% del tiempo, mientras que características similares en el polo norte están presentes en solo una de cada ocho imágenes.

Estos óvalos oscuros UV sugieren procesos inusuales que ocurren dentro del fuerte campo magnético de Júpiter, extendiéndose profundamente en la atmósfera, a diferencia de los procesos magnéticos que crean auroras en la Tierra. El fenómeno fue reportado en la revista Nature Astronomy.

Detectados inicialmente a fines de los años 90 por Hubble y más tarde por la sonda Cassini en 2000, estos óvalos recibieron poca atención hasta que un estudio sistemático realizado por el estudiante Troy Tsubota de la UC Berkeley los reveló como una característica común en el polo sur. Entre 1994 y 2022, Tsubota identificó ocho óvalos oscuros UV (SUDOs) en el sur, mientras que solo se encontraron dos óvalos oscuros UV (NUDOs) en 25 mapas globales del polo norte.

La mayoría de las imágenes de Hubble formaban parte del proyecto Outer Planet Atmospheres Legacy (OPAL), que realiza observaciones anuales de los planetas exteriores para comprender su dinámica atmosférica. Tsubota y el autor principal Michael Wong consultaron a expertos Tom Stallard y Xi Zhang para explorar posibles causas de estas regiones de neblina densa.

Stallard teorizó que los óvalos oscuros podrían estar influenciados por un vórtice creado cuando las líneas del campo magnético del planeta encuentran fricción en lugares distantes, agitando la atmósfera. Este vórtice gira rápidamente en la ionosfera, debilitándose gradualmente a medida que desciende. La dinámica se asemeja a la de un tornado interactuando con la atmósfera, creando las manchas oscuras observadas.

El equipo sospecha que estos fenómenos se forman en un período de aproximadamente un mes y se disipan en pocas semanas.

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