Investigaciones recientes indican que cinco de las lunas más grandes de Urano podrían poseer entornos adecuados para la vida. Esto desafía la creencia sostenida de que estas lunas son frías y deshabitadas.
Históricamente, los datos de la misión Voyager 2 de la NASA, que sobrevoló Urano hace más de 40 años, dieron forma a nuestra comprensión de estas lunas. Sin embargo, nuevos hallazgos sugieren que las observaciones de Voyager 2 se vieron comprometidas por una tormenta solar, lo que llevó a conclusiones potencialmente inexactas sobre Urano y sus lunas.
Urano, un gigante de hielo único ubicado cerca del borde exterior del sistema solar, experimenta condiciones climáticas extremas debido a su eje inclinado. Cada polo recibe 42 años de luz solar continua seguidos de 42 años de oscuridad.
Publicada en la revista Nature Astronomy, el estudio postula que las lunas Titania, Oberon, Umbriel, Ariel y Miranda podrían albergar vastos océanos y condiciones favorables para la vida, similares a las de la luna Europa de Júpiter y la luna Encélado de Saturno. Investigaciones anteriores ya habían sugerido la presencia de un océano bajo la superficie de Miranda.
La NASA planea lanzar una nueva misión a Urano para 2045, lo que podría proporcionar información más clara sobre la potencial habitabilidad de estas lunas.