Científicos de la NASA han reevaluado datos del sobrevuelo de Voyager 2 en 1986, sugiriendo que el planeta podría soportar vida. Este nuevo análisis indica que la sonda encontró a Urano durante un inusual evento de viento solar, lo que distorsionó la representación del campo magnético del planeta.
Jamie Jasinski, físico espacial del Jet Propulsion Laboratory de la NASA, declaró que las condiciones de viento solar durante el sobrevuelo ocurrieron solo el 4% del tiempo, lo que llevó a observaciones engañosas. El estudio reveló que Voyager 2 visitó Urano poco después de un evento significativo de viento solar que comprimió su magnetosfera a aproximadamente el 20% de su volumen típico.
Anteriormente, se creía que las lunas más grandes de Urano, Titania y Oberón, orbitaban a menudo fuera de la magnetosfera. Sin embargo, los hallazgos recientes sugieren que permanecen dentro de la burbuja protectora, lo que podría permitir la detección de océanos subterráneos.
El Dr. Corey Cochrane, científico planetario en el Jet Propulsion Laboratory, enfatizó que estas lunas son candidatas ideales para albergar océanos de agua líquida, un factor crítico para el potencial de vida. La búsqueda de habitabilidad es un enfoque central para la NASA, guiada por el lema 'sigue el agua'.
La NASA lanzó recientemente una misión a la luna Europa de Júpiter el 14 de octubre, con el objetivo de explorar su capacidad para soportar vida. La agencia ahora está ansiosa por determinar si las lunas de Urano tienen condiciones adecuadas para la vida.
Jasinski concluyó que una futura misión a Urano es esencial para una comprensión integral de la magnetosfera, la atmósfera, los anillos y las lunas del planeta. Urano, caracterizado por su color azul-verde debido al metano en la atmósfera, tiene un diámetro de aproximadamente 50,700 kilómetros.